martes, 31 de mayo de 2016

Mayo 30 del 2018

¡Los nervios me están matando!, no puedo creer que el año está a punto de terminar. Sé que debería estar feliz de terminar el año, orgullosa de mi misma por conseguir pasar a decimo, mis padres no paran de repetirme que el colegio no es fácil (aunque eso ya lo sé, ya que si pierdes una materia pierdes el año) no paran de repetirme que no solo pase, ni no que ocupe el primer lugar, pero no puedo evitar sentirme frustrada por lo que viene, demasiadas cosas me frustran en este momento:
1) Dejare de ver a Kevin por alrededor de tres meses, la verdad no dejo de repetirme que será fácil, que me ayudara a olvidarlo, debo olvidarlo ¡es el novio de mi mejor amiga! solo espero que sea efectivo, que dejar de verlo me ayude en centrarme en otras cosas y sacar mis pensamientos de su perfección. De todos modos mi falsa esperanza de olvidarlo no cambia el hecho de que me frustre grandemente dejar de verlo, mi única esperanza para no volverme loca es volverlo a ver después de las vacaciones.
2) Esta no es una de mis principales fuentes de frustración, pero no cambia el hecho de que me frustre, según lo que la gente dice, al pasar a decimo se cambia la profesora de italiano, la anterior era toda una ternura (aunque nuestro nivel de italiano es muy básico) pero la que sigue tiene fama de ser toda una bruja ¿me seguirá yendo bien en italiano con ella como profesora? tratare de no preocuparme tanto de ello, después de todo las fuentes de las que he escuchado este rumor no son del todo confiables, debido a que con los niños de decimo no hablan mucho desde que empezó el año, lo que me lleva al siguiente y más frustrante punto:

3) Coma ya todos deben saber, mi colegio es extremadamente exigente, ya les había dicho que el que pierde una materia pierde el año, yo ya estoy acostumbrada a ver como la cantidad de estudiantes disminuye cada año, ya me acostumbre a que varios de mi compañeros no vuelvan a ser vistos en colegio gracias a la exigencia que este demanda, pero decimo, decimo ya es otra cosa. Durante todos mis años de bachiderato me he visto aterrada ante el hecho de que menos de la mitad de los niños de decimo pasan a once, es increíble ver como hay tan poca cantidad de niños en grado once, me aterroriza la idea de decimo ¿acaso es tan duro que más de la mitad de los niños no logran pasar a once? mi colegio es simplemente raro, y decimo siempre ha sido el año que todos temen, cuando alguien pasa a once se deja de saber del unos meses después, los niños empiezan a faltar al colegio y algunos no vuelven, algo raro pasa cuando se pasa a decimo y no quiero averiguar que es. Si eso fuera poco, los poquitos que logran pasar a once se vuelven raros, cambiados, misteriosos, se ven agotados y solo hablan entre ellos y con los de doce, toda la vida me a aterrorizado la idea de pasar a decimo, siempre me dije que cuando terminara noveno estaría preparada, ya no me asustaría mas la idea, pero estaba equivocada, solo no me puedo sacar de la cabeza el hecho de que pareciera que al pasar a decimo la gente cambia, es como si averiguaran algo, algo que cambiara sus vidas.

sábado, 28 de mayo de 2016

Mayo 28 del 2020

Llevo varias horas tratando de empezar a escribir, mis lágrimas no me dejaban pensar. Se que suena a depresión, y saben que no me gusta hacerme la víctima, pero debo admitir que eso no me resulta fácil en este momento.
Solo una cosa pasa por mi mente en este momento "¿porque a mí?", créanme he intentado en todas las maneras posibles no pensar en lo que paso, ser positiva, ver el vaso medio lleno, pero me es imposible cuando estoy literalmente sintiendo físico dolor ¿no me creen? hoy Natalie se me acerco y me dijo con tono preocupado:
- Bethany, ¿porque siento como si me abrieran el pecho y me aplastaran el corazón?- sus palabras me causaron más dolor- Auchh- se quejó poniéndose la mano en el pecho, yo seguí mirando a la nada, a un punto fijo, me sentía frustrada, nunca había sentido tanto dolor en mi vida, siempre pensé que nada superaría lo que paso con Kevin, pero todo esto simplemente lo hacía parecer insignificante, inútil-Bethany, ¿estás bien?- mire a Natalie, era una buena persona. Recuerdo bien que antes de que ellos llegaran, de que toda esta guerra comenzara, cuando mi corazón pertenecía a Kevin, solía preguntarme constantemente si alguna vez volvería a querer a Natalie, me acuerdo la decepción que cruzo mi mente al darme cuenta que ella sería mi Ligada, que no sería Teresa, ni Cindy, ni siquiera Whitney o Dayana, no, era ella. Ahora la quería otra vez, entendía que era humana, que nunca cayo en cuenta en el daño que me hizo, nunca imagine que me preguntaría como estaba, que volvería a ser mi amiga, pero paso, era mi amiga, eras más que eso, era mi Ligada,  todo por la guerra, la guerra que cambio todo- ¿Beth?- volvió a preguntar, lagrimas corrieron por mi mejillas, no podía parar, el dolor había llegado a su punto limite- Ohh Beth ¿ Qué sucedió?- dijo abrazándome, pensé en contarle, en contarle todo sobre Neal, sobre Wendy, pero todavía no confiaba lo suficiente en ella, todavía.
- ¿Podrías llamar a Teresa?- dije entre lagrimas
-Claro, lo que necesites-dijo en el tono dulce de siempre
-Gracias- dije, sin poder parar de llorar, sentí que Natalie se alejaba, y después de unos minutos de llanto, sentí que cogía a alguien de la mano, la identifique fácilmente era Teresa, espere a que volviera, Natasha me vio y me pregunto qué pasaba, negó la cabeza fríamente y se alejó, espere otros minutos, podía sentir como Natalie corría bajo mis pies, yo seguía llorando, no lo podía controlar y entonces escuche la voz de Teresa al llegar, un pizca de felicidad se instaló en mi corazón.
-¿Que sucede?- pregunto, mire a Natalie, ella entendió sonrió y se fue, sentía que estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua, pero me sentía terrible y no podía para de llorar- ¿Beth, que paso?- volvió a preguntar Teresa.
-Neal- empecé y luego me sentí ahogada por las lágrimas y llore aún más fuerte, al recrear todo en mi cabeza.
- ¿Neal que?- pregunto preocupada- ¿Que paso con Neal? ¿Le paso algo a Neal?-
-Neal está bien- aclare entre lágrimas, no me sorprendía que creyera que algo había sucedido con Neal, teniendo en cuenta que ellos están al acecho.
-¿Entonces que sucedió Beth?-
- Neal me dejo-
-¿Qué?- pregunto Teresa sorprendida-¿Cómo asi?- tome aire, para calmarme pero me resulto imposible así que le dije, lo más entendible posible:
- Me dejo por Wendy- estalle en aun más lágrimas, no creí que eso fuera posible pero lo hice, me deshidrataría si seguí llorando así.
-Ohhh- exclamo Teresa mientras me daba un abrazo- Lo siento mucho- llore en el hombro de Teresa, por un tiempo, apreciaba que me abrazara, yo más que nadie sabía que ella era poco cariñosa y los abrazos no eran lo suyo. Fuimos interrumpidas por el altavoz mientras la voz de Kurt nos indicaba a dirigirnos hacia el coliseo, me dirigí hacia al baño, me seque y me maquille un poco para disimular que había estado llorando, sentí como Natalie se sentaba y supuse que estaba empezando lo que fuera que hubiera sido por lo que nos habían citado al coliseo, Teresa me apuro diciendo que Whitney ya se había sentado, nos dirigimos corriendo hacia el coliseo, mientras nos sentábamos en las ultimas sillas que habían acomodado. Kurt estaba parado al frente y se disponía a hablar.
-Un, dos, tres- dijo probando el micrófono- Bien- dijo- como todos deben recordar perdimos a.....-ahí me perdí en mis pensamientos, reviviendo cada uno de los momentos que había compartido con Neal, nunca había sido verdaderamente mío, se supone que era un proceso, pero teníamos algo, o almenos eso creí. Un odio repentino por Wendy me lleno, me dije a mi misma que ella ni siquiera sabía que él era algo para mí, mis ojos se llenaron de lágrimas, me dije a mi misma que estaba rodeada de personas, peo entonces mire hacia donde estaba Kurt y note que le hacíamos homenaje a uno de los compañeros perdidos peleando y a pesar de que no lo conocía, pensé que llorar no quedaría fuera de lugar y deje que la lagrimas corrieran, así pasaron algunos minutos, yo llorando silenciosamente sin ser notada- Auchh- me queje en voz baja al sentir un pellizco, mire a Natalie unas sillas mas adelante que me hacia señas que me parara, mire a mi alrededor y me di cuenta que todos se habian parado para hacer un minuto de silencio por el chico fallecido ¿porque Teresa no me había avisado que nos teníamos que parar?.

Mi vida parece derrumbarse lentamente, solo han pasado unas horas pero siento como si las lágrimas fueran parte de mí, no sé cómo controlarlas, al llegar a mi casa me forcé a secarme las lágrimas,pero para mi suerte me encontré con una nota de mis padres sobre la mesa diciendo que  habían viajado a una reunión con otros líderes, me senté en el piso y seguí llorando. Llame a Teresa y hablamos un rato, mientras yo intentaba parar de llorar, nunca pensé que me importara tanto Neal, no lo pensé hasta ahora.